La Ley de Represión de la Usura, más conocida como Ley Azcárate, fue aprobada en 1908, pero sigue plenamente vigente más de un siglo después. Esta norma se ha convertido en la gran aliada de los consumidores frente a bancos y financieras que aplican intereses desproporcionados en tarjetas de crédito, préstamos personales o microcréditos.
Gracias a esta ley, miles de personas han conseguido anular contratos abusivos y recuperar el dinero que pagaron de más, incluso cuando ya habían terminado de pagar. En este artículo te explicamos qué dice exactamente la Ley Azcárate, cuándo se considera que un contrato es usurario y cómo puedes utilizarla para reclamar si has sido víctima de prácticas financieras injustas.
¿Para qué sirve la Ley Azcárate?
La Ley Azcárate sirve para anular contratos de préstamo que aplican intereses usurarios, es decir, excesivos y desproporcionados en relación con el mercado. Aunque fue redactada hace más de un siglo, sigue siendo una herramienta clave para defender a los consumidores ante abusos financieros.
Esta ley se aplica en casos como:
- Tarjetas revolving con intereses que superan el 20% o 25% TAE.
- Microcréditos o préstamos rápidos con TAE superiores al 1.000% o incluso 3.000%.
- Contratos firmados sin la información clara o suficiente para comprender las condiciones reales del préstamo.
Su efecto principal es que, si un contrato es declarado nulo por usura, el prestatario solo tendrá que devolver el capital prestado, sin intereses ni comisiones. Y si ya ha pagado más de lo que recibió, la entidad deberá devolverle la diferencia.
Por eso, la Ley Azcárate no es solo una norma antigua: es un salvavidas legal que permite recuperar lo pagado de más y frenar el sobreendeudamiento injusto.
Préstamos rápidos y microcréditos: los más afectados por la usura
Los microcréditos online y los préstamos personales rápidos son uno de los principales focos de usura en la actualidad. Muchas de estas ofertas prometen dinero fácil y al instante, pero esconden condiciones abusivas que vulneran la Ley Azcárate.
Las entidades que los conceden —como Dineo, QueBueno, Cashper o Kviku— suelen aplicar TAE superiores al 2.000%, incluso al 5.000% en algunos casos. Aunque los importes solicitados son pequeños (en torno a los 300€), los plazos cortos, las comisiones encubiertas y las renovaciones automáticas disparan la deuda rápidamente.
Además:
- No suelen evaluar adecuadamente la capacidad de pago del consumidor.
- La información sobre el coste real del préstamo es confusa o incompleta.
- En muchos casos se facilita el crédito en 10 minutos sin apenas documentación.
Según la Ley Azcárate, si el interés es notablemente superior al normal del dinero y se concede en condiciones que aprovechan la situación de necesidad o desconocimiento del cliente, el contrato puede ser declarado nulo. En tal caso, el consumidor solo devolvería el capital prestado, sin intereses ni comisiones.
Tarjetas revolving: el ejemplo más claro de usura moderna
Las tarjetas revolving son, a día de hoy, uno de los productos financieros más denunciados por usura en España. Aunque se presentan como tarjetas de crédito flexibles, esconden un sistema de pago aplazado con cuotas fijas mensuales que apenas amortizan la deuda. Como resultado, el consumidor puede pasar años pagando sin reducir el capital prestado.
El problema más grave: los intereses. Estas tarjetas aplican TAE superiores al 20% o 25%, muy por encima del interés medio que publica el Banco de España. Además, muchas veces el consumidor no entiende que está contratando un crédito rotativo ni las consecuencias reales de activar el pago aplazado.
Ejemplos frecuentes de tarjetas revolving son:
El Tribunal Supremo ya ha declarado nulos numerosos contratos de este tipo, basándose en dos argumentos clave de la Ley Azcárate:
- Interés notablemente superior al normal del dinero.
- Falta de transparencia y claridad en la contratación.
Si firmaste una de estas tarjetas y has pagado más de lo que recibiste, puedes reclamar. Incluso si ya la terminaste de pagar.
Sentencias clave del Tribunal Supremo sobre la Ley Azcárate
El Tribunal Supremo ha sido determinante en la aplicación moderna de la Ley Azcárate. Gracias a sus sentencias, miles de consumidores han conseguido anular contratos abusivos y recuperar su dinero.
Estas son algunas de las más relevantes:
- Sentencia de 4 de marzo de 2020 (n.º 149/2020)
Esta resolución consolidó el criterio anterior y estableció que el tipo de referencia para comparar el interés debe ser el publicado por el Banco de España para operaciones de crédito al consumo. Si el interés del contrato supera claramente esa media, el contrato puede ser considerado usurario. - Sentencias de enero de 2025 (n.º 154/2025 y 155/2025)
Más recientes y aún más contundentes. El Supremo amplía la protección al consumidor señalando que deben explicarse claramente tres aspectos antes de contratar una tarjeta revolving:- Que el crédito se renueva automáticamente.
- Que el sistema es rotativo o permanente.
- Que existe riesgo de una deuda indefinida.
Estas sentencias confirman dos vías claras para anular un contrato:
- Por intereses usurarios, en base a la Ley Azcárate.
- Por falta de transparencia, si no se informó debidamente al consumidor.
¿Cómo reclamar con la Ley Azcárate?
Si firmaste un préstamo o tarjeta con intereses abusivos, puedes reclamar y recuperar tu dinero, incluso si ya lo pagaste todo.
En Abogados Legalsha te lo ponemos fácil:
- Rellena el formulario y cuéntanos tu caso.
- Estudio gratuito: analizamos si tu contrato puede anularse.
- Reclamamos por ti: tú no adelantas nada, solo cobramos si ganamos.
Empieza hoy. Miles de personas ya han recuperado su dinero gracias a la Ley Azcárate.
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